Me gusta dejar pasar unos días para hacer balance de las colaboraciones y proyectos en los que participo. Me sirve para hacer una valoración más sosegada y con un poco de perspectiva.

Hace unas semanas terminamos el trabajo del proceso de co-creación con Begisare, Asociación de personas con distrofias hereditarias de la retina y otras enfermedades causantes de baja visión y ceguera, bajo la metodología de los Auzolabs de Conexiones Improbables y celebrado en Hibridalab.

El resultado ha sido para mi tremendamente satisfactorio. He tenido la oportunidad de compartir mis experiencias e ideas con el equipo de Begisare con los que la conexión ha sido fantástica. Además he podido probar técnicas de co-creación como el “4x4x4”, el “diversos usos de…”, “De lo posible a lo imposible”, etc. Todas ellas nuevas para mí, pero que me han resultado muy útiles.

El resultado ha sido la generación de 24 ideas disruptivas que cumplían los objetivos marcados desde Begisare. Como no podíamos quedarnos con todas, en las últimas sesiones hemos realizado un proceso de filtrado utilizando varias metodologías, especialmente, la técnica NUF. También muy recomendable para este tipo de retos.

Finalmente fueron 5 las ideas que se seleccionaron y que desarrollamos con detalle. Seguro que en 2024 varias de ellas verán las luz en las calles de Vitoria-Gasteiz…..no quiero dar más pistas para no estropear el efecto sorpresa.

Agradecer infinito a Miren Martín, Pablo Juez, Roberto Gomez de la Iglesia, Edurne Ruiz de Arcaute, Lucas Dedyn, etc por la organización del proceso. A mis compañeros improbables con los que compartí retos: Alejandra Bueno, Patricia Nagashiro, Beatriz Sancho, Rotor Estudio, Arabela Runa, Marta Más y, cómo no, al equipo de Begisare: Estibaliz, David y Judith por ponérmelo tan fácil y creer en el proceso hasta el final.

Sin duda, experiencia para repetir.